El caso es que hablando una tarde con unas cañas,
- Germán: pues mañana el Tour va al Tourmalet
- Nosotros: Como molaría ir a verlo, pero sin coche esta complicado (no teníamos, habíamos ido en autobús).
- G: Bueno, tampoco pasa tan lejos, si se pasa por el puerto de Bujaruelo, se baja a Gavarnie, de ahí a Gedre y luego a Luz-Saint-Sauveur que es donde empieza el Tourmalet.
- N: Coño y aunque Bujaruelo sea monte a través, en pasando a Francia hacemos autostop, esta tirado.
Mas o menos así, de manera resumida, es como sucedió y como nos metimos en aquel lío. Entonces de allí nos fuimos a cenar y a dormir a la tienda. Al día siguiente, nos levantamos a las 4 am, y nos dirigimos a Bujaruelo, que lo ascendimos bajo la luz de los frontales, de los de antes, de los de pila de petaca en la parte de atrás, foco de 10 centímetros de largo y otros diez de diámetro, y que pesaban bastante mas que los de ahora.
Llegando a la cima, empezó a amanecer, y vimos los Corzos y Rebecos que salían con la fresca. Y en el puerto contemplamos con una luz preciosa la Brecha de Rolando, Monteperdido, el Cilindro de Marboré...
Y empezamos a bajar hacia el pueblo de Gavarnie, ya por carretera con nuestros planes de hacer autostop, pero claro si la carretera acaba en el puerto que acabábamos de atravesar, a las 7 de la mañana, allí no había ningún coche para bajarnos, con lo que esa bajada de 12 km nos la tuvimos que hacer a pie. Eso si nos hinchamos a ver marmotas.
Una vez en Gabarnie, cogimos carretera hacia Gedre, y a nada mas salir del pueblo por fin nos cogieron en autostop, en un Mercedes de la leche. Eso si sólo nos llevaron los 8 km que había hasta Gedre.
A la salida del pueblo, descubrimos una de las cosas divertidas del día, el 95% de la comida estaba en la tienda, sólo llevábamos un paquete con unas lonchas de chorizo y una lata de atún, así que los avituallamientos eran tal que: “Una loncha de chorizo para ti, otra para ti y otra para ti. Dentro de dos horas otra loncha.”. Decíamos "nada cambiamos a Francos, y compramos algo", pero era 14 de julio fiesta nacional francesa, así que a pasar hambre.
Seguimos caminando y ya no nos cogió nadie por lo que tuvimos que caminar 12 km hasta Luz-Saint-Sauveur, donde llegamos cuando estaba pasando la caravana publicitaria. Y al poco pasaron Pascal Herbe y Javier Pascual escapados, y posteriormente el grupo principal con el Telecom casi al completo, tirando Eric Zabel, trabajando para Jan Ullrich a la postre ganador del Tour.
Yo había avisado en casa para que grabasen la etapa a ver si salíamos, pero cuando vi el video, enfocaron al otro lado de la carretera. En posteriores ediciones que pasara por allí, y yo viera la etapa, siempre enfocaron al donde nosotros estábamos, cachis la mar.
Después de ver pasar a todos los ciclistas, nos dijimos, pues de vuelta que si no no llegamos antes del anochecer. De hecho visto la suerte que habíamos tenido con los coches, ya pensábamos en hacer vivac.
Pero aproximadamente 2 km después de empezar a andar nos cogieron unos catalanes, y nos llevaron hasta el pueblo de Gavarnie, y nada mas empezar a subir el puerto, nos cogieron los padres de Batiste, un niño que paso de ir en su sillita, atrás a ir en el regazo de su madre delante, y uno de nosotros sentado encima de la sillita del niño.... De aquella ni era obligatorio, ni se estaba tan concienciado.
Y luego nuevamente bajada monte a través, hasta el pueblo de Bujaruelo, donde nos cogió un Land Rover que nos llevo hasta Torla a ritmo de Rallie. Llegamos a las 19 pasadas reventados y hambrientos y fuimos directos al bar, a contar nuestra experiencia a Germán y Angel.
Bonita historia, de las que se recuerdan para siempre y que cuentas a tus nietos diciéndoles que no deben hacer algo así pero con la certeza de que harán cosas parecidas.
ResponderEliminarTodo salió bien, podía haber parado un asesino en serie o algo peor, pero so es lo de menos. Lo que está claro es que hay que seguir teniendo ilusión en la vida y a veces hacer este tipo de locuras si se hacen con ilusión y pasión, siempre son bien recibidas. Si no fuera por estas historias que sería de nuestra vida. Ah, y correr una maratón tiene mucho en común con esta historia que cuentas, piénsalo.
Son historias de las que recuerdas toda la vida, de las que cuando pasa el tiempo se convierten en las historias del abuelo. Está bien..., Pero ¡¡ no has informado a la comunidad sobre el resultado del Oviedo este fin de semana !!. Esto no puede ser.
ResponderEliminarPor cierto que el Jan Ulrich reconoció, como algunos otros, que cuando ganó ese año el Tour iba de pastillas dopantes hasta las trancas.
Saludos
Jaal
Buena historia para revivir una y otra vez y, como siempre, buena canción que acompaña.
ResponderEliminarSaludos!
Gonzalo: Ya lo creo, si no fuera por estas locuras, no tendríamos nada que contar, mas que aconsejar ser reposado y reflexivo. Ahora si lo aconsejamos es porque sabemos lo que es ser impulsivo. Y yo funciono constantemente por impulsos.... Soy muy reflexivo pero a toro pasado, una vez pasan las cosas lo analizo todo mil veces hasta el mas mínimo detalle.
ResponderEliminarJaal: En la juventud hay que vivir aventuras, si no para que esta (pero luego también, jejej). De lo del dopaje, de esa epoca se metían todos..Y del Oviedo ni hablo hoy otra derrota, en casa, y haciendo el ridículo.
Tovarich: Como cada uno de los tres vive en una ciudad nos vemos una o dos veces al año, pero es lo tipico que quedas a cenar, y en los cafes esta es una de las historias que siempre sale. Sobre todo lo del racionamiento...