Huyendo de la galvana

Desde que empecé con el blog, este ha sido el periodo de tiempo más largo sin hacer ninguna entrada. Pero es que, pese a que esta vez llego más tarde, me entro por fin la vagancia de fiestas y vacaciones. He estado vegetando y ni tan siquiera he leído o seguido mucho otros blogs, foros, ... I’m sorry.

La salida que tenía pensado hacer el 25 por la mañana, al final nada de nada. Pero bueno esa puede que haya sido la que mayor excusa tenía porque el día de nochebuena por la noche estaba medio cojo con un dolor que me surgía de la base de la espalda, y me llegaba hasta la rodilla derecha, mi amiga lumbo-ciatica que siempre me acompaña. El caso es que por la mañana sólo tenía una pequeña molestia pero entre eso y la pereza, para que quieres más....

Luego ya domingo y lunes tirado en el sofá sin hacer nada, y es que cuando menos haces, menos quieres hacer y ya dije que soy de extremos, o actividad frenética o absoluta desidia... Paso de una a otra como si nada, pero nada de términos medios.

Hasta que ayer acudió en mi rescate mi colega Raúl con el que me fui a hacer pseudo-monte. Digo pseudo-monte porque lo que hice fui subir L’Angliru por la carretera, pero como esta estaba llena de nieve pues asfalto no pisamos, y entre eso y las pendientes acabe más cansado que otras veces que voy de monte.

Aparcamos en Viapará y empezamos a andar a los 200 metros ya había nieve, que poco a poco fue aumentando, para acabar cubriendo toda la carretera y a los 1000-1100 metros de altura ya empezabas a hundirte un poco. Entre la perdida de tracción y sacar los pies de los pozos el esfuerzo muscular se multiplica con lo que fue un entrenamiento cojonudo, sobre todo arriba a casi 1600 metros de altura, donde nos llegábamos a hundir por las rodillas.

Como dato, los últimos 5 km de ascensión los hicimos a un vertiginosa velocidad media de 2,2 km/hora. Y los últimos 500 metros ya en llano o cuesta abajo, fueron un infierno que nos acabo de reventar. Además tuvimos un dia espectacular muy despejado y con el cielo limpio, que nos permitía ver no ya el Monsacro, la Mostayal u Oviedo, si no picos de Europa, El Sueve, y toda la costa perfectamente. Todas las fotos del día.

Así tenía hoy las agujetas que tenía, estaba reventado, y cuando me levanto empieza otra vez la lucha.
- Sal a correr
- Es que tengo agujetas mejor lo dejo para mañana
- Y mañana otra vez igual. Sal
- Pero estoy cansado así no voy a aguantar mucho
- Pues lo que sea pero hay que salir ¿o que vas a estar todo el día delante de la tele?

Al final me convencí, y me dije, aunque solo sean 10 kilómetros. Pero al empezar las agujetas hacían su trabajo, y pensé que hacia 5 como mucho. Pero poco a poco las sensaciones fueron mejorando y como iba por unos parques que no conocía descubriendo nuevos sitios para correr y se me hacia ameno, pues al final hice 19,5 km. (ya lo digo el termino medio es algo que desconozco totalmente).

A ver si me pongo al día en foros y blogs, perdonar si no os comento mucho. Bueno a ver lo que me dura este nuevo ramalazo de actividad.