Cuenta una vieja leyenda que un pobre hombre se encontró con un viejo amigo en el camino. Este tenía un poder sobrenatural que le permitía hacer milagros. Como el pobre hombre se quejaba de las dificultades de su vida, su amigo toco con el dedo un ladrillo que, de inmediato, quedo transformado en oro. Se lo ofreció al pobre, pero este encontró que eso era muy poco. El amigo tocó un león de piedra, que se convirtió en un león de oro macizo y lo agregó al ladrillo de oro. El pobre encontró que el regalo era aún insuficiente.
- Que más deseas pues – contestó el hacedor de prodigios.
- Quisiera tu dedo
Yo también quiero el dedo milagroso, se por donde empezaría a usarlo.
Calvin&Hobbes, muchas veces me hacen desternillarme de risa, pero muchas otras, lo que consiguen es hacer pensar, y a veces haste dejan mal cuerpo.
Los dedos si se usan bien pueden llegar a ser mágicos jajaja!
ResponderEliminarTe comento que mis próximas carreras serán Laredo 10K y, probablemente, la Media de Bilbao. Esta última dependerá de como evolucione con las sensaciones post-lesión.
Un abrazo!
P.D. Mi baldosa es de Bilbao ;)
La cuestión es disfrutar a tope todos los momentos antes de llegar al final de la baldosa. Un saludo
ResponderEliminarSencilla pero muy profunda reflexión la de la tira, yo soy de os que siguen aquello de:
ResponderEliminarHaz hoy algo de lo que quisieras haber hecho cuando mueras, o al menos inténtalo.
Buena leyenda, si señor. Y los hay que por pedir, incluso se llevarían el brazo entero del amigo ;D.
ResponderEliminarUn saludo
Tovarich: Que razón tienes. Laredo dudo que vaya, es la semana siguiente a Barcelona, y la media depende esta muy lejos para saber si voy a estar aquí, voy al día. Cuidado que la baldosa de Bilbao es muy pequeña... jejeje
ResponderEliminarRaul: Totalmente de acuerdo
Mij-Mij: Buena estrategia, se intenta. Lo importante es que la respuesta a las preguntas 2,3 y 4 sean todas si.
Pingüina: Uyyy si yo te contara... jejeje