III Carrera Benéfica Los Calderones

Mi segunda participación en esta carrera y nuevamente buena experiencia. Esta vez no fui a dormir a La Magdalena, si no que madrugué y fui desde Oviedo, así que me tocó levantarme a las 6:30 y camino de León.

Llegué allí, recogida del dorsal saludar a Cimarrón y otros asturianos que también fueron y a gente que conocía del año pasado, después autobús y para la salida, donde tuvimos que esperar a que fueran a dar la salida a la prueba de canicros, con lo que al final salimos sobre las 10, y el sol pegaba ya, a pesar de que había tiempo no calenté, es un vicio que estoy cogiendo y no debería.

La primera parte voy aguantando el ritmo pero no me encuentro bien, empiezo a notar la boca seca, el sol más que molestarme lo que hace es añadirse a los pensamientos negativos, el primer tramo de subida aun así lo supero bien, pero luego en el falso llano que había iba a un ritmo lamentable y la cabeza jugando malas pasadas. Empezamos a subir otra vez y me empieza a doler la parte externa del tibial izquierdo, mas negatividad, me dejo ir y me pasan bastantes.

Este año el recorrido era distinto al del pasado, y no era todo por pista, pero mejor más divertido y más bonito. Abandonamos la pista y empieza una dura subida por un camino estrecho

y prado, esta se hace andando, pero veo que empiezo a recuperar sensaciones y posiciones. Coronamos, agua (por fin), y tras un paso técnico una bajada brutal por un cortafuegos con muchísima piedra suelta. Yo con miedo por mis tobillos bajo despacio, después seguimos por camino estrecho en el que voy mejor para finalmente entrar en el desfiladero de Los Calderones, toda esta parte del recorrido preciosa. Había mucha piedra con lo que seguía prudente, pero las sensaciones iban mejorando a cada paso.

Y a la salida del desfiladero cojo un ritmo muy bueno, y de ahí a meta, no se, serían 8 kms, volando y pasando gente, tanto cuesta arriba como cuesta abajo, de verdad que iba muy fuerte. Los tres últimos kms, ya en llano y que también cambiaron para evitar una parte de asfalto, los hice sobre 4:30. A un grupo numeroso que pase a 4-5 kilómetros de meta les saque en meta 8 minutos. Al final me vino bien empezar mal, porque me hizo guardar fuerzas para acabar muy bien, y evidentemente la moral así es mayor que si es al revés, aunque se haga el mismo tiempo.

Así que la semana que viene aunque, como todas las primeras de mes, es dura laboralmente, espero volver a cumplir con mis planes y seguir entrenando duro, acumulando kilómetros y desniveles, practicando bajadas... hasta el 25 de septiembre me queda un duro y largo camino...