Buen fin de semana

El viernes fue un día de esos en los que todo sale rodado, que parece que todo se alía para que salga bien, entre otras muchas cosas por la mañana volví a ver como primer dígito de la bascula un 7 (bien!!) y por la tarde rodé 14 kilómetros, pensando en mis cosas, y se me pasaron volados, como si no costase.

Y el sábado amaneció soleado, aunque luego se nubló un poco, pero hacía una mañana preciosa, así que, después de mucho tiempo, me fui a dar un paseo de monte. Me fui a Gorliz, y di una vueltecilla tranquila de unos 9 kilómetros (600 metros de desnivel positivo) por los acantilados, el faro y el monte Ermua. Aquí os dejo unas fotos del recorrido

Y finalmente el domingo me fui hasta Portugalete a correr un diez mil. Madrugué y fui temprano, y menos mal, a diferencia de otros años que se podía recoger el dorsal por adelantado en Bilbao, sólo se podía hacer en Portu, y eso generó unas colas de la leche. En dicha cola me encontre con Estrella, y charlé un rato con ella.. De hecho la salida se dio con un cuarto de hora de retraso por culpa de esto.

Por lo tanto tuvimos tiempo para calentar tranquilamente cosa que hice con Ramon del ZB Laviana que vino a correr la carrera. Esperando vimos la salida de Las Arenas-Bilbao, otra carrera que coincidió el mismo día a la misma hora, y que salía de la otra orilla, justo enfrente. Cuando ya vemos que se va a dar la salida nos colocamos, él más adelante, que esta como una bestia, y yo un poquito más atrás. Mi objetivo, era probar a ver que tal, y con bajar de un ritmo de 4:20 ya me daba por contento. Eso si como siempre sin mirar el reloj, corriendo a lo que pidan las piernas.

Dan la salida y a correr, poco a poco cada cual nos ponemos en nuestro sitio, me encuentro cómodo y voy progresando de grupo en grupo. Pero al paso por el cuatro y medio más o menos, empiezo a flojear, y el repechín de la recta de meta se me atraganta y pincho, a partir de ahí y hasta el siete veo como la gente con la que iba se me va yendo, intento pasar el bache lo mejor posible y a partir del siete empiezo a recuperar poco a poco.

A partir del 8 ya voy bien, ya no me pasa nadie, y vuelvo a empezar a recuperar posiciones, en el 9 miro el reloj y veo que llevo un ritmo medio mejor del esperado, y aprieto consiguiendo ganar alguna posición, pocas porque tenía a tres o cuatro a tiro, pero el siguiente grupo ya me saca bastante, aún así en el repecho que hay a 30 metros de meta, doy alcance al último de este grupo. Este último kilómetro lo hice en 3:57. Y el tiempo final fue de 42:30 ritmo medio de 4:13, por lo que muy contento. Y mi amigo Ramón mejoró su marca, con un tiempo bruto de 38:08, el neto no lo sabemos, pero igual baja de los 38’. Le dio un mordisco de un minuto a su marca, lo dicho que esta como una bestia.

Analizando los datos ahora veo que salí demasiado fuerte. Por ejemplo el 1 lo pase en 4:01, el 3 en 12:17 (4:05), el 4 en 16:43 (4:11) el 5 en 20:48 (4:12), y el resto pues perdí algo más porque en los dos últimos que recuperé ritmo, volví al mismo ritmo medio que llevaba en el cinco. Como siempre lo malo del diez mil es que es agónico, si quieres conseguir una buena marca tienes que ir a tope desde el metro uno y, yo por lo menos, me acabo sintiendo como Nacha Guevara en esta canción.