No me conoces, no me derribas, no me acojonas

Sigo progresando, tras la prueba del martes sali el jueves a rodar entre 10 y 12 kilómetros, y tras completarlos con buenas sensaciones, cuando llego a casa y me dispongo a entrar veo que tengo un agujero en el bolsillo y que he perdido las llaves, así que sigo corriendo hasta la oficina donde tengo un juego de llaves y de ahí a casa ya me cogí un taxi porque ya llegaba tarde a trabajar, eso si vi un amanecer precioso mientras corría.

El psoas sigue sin molestar, pero si noto que esta ahí agazapado, no es una molestia pero noto algo, no se si ya será mi cabeza. Pero no es por esto el título de la entrada, es que me están surgiendo molestias por todas partes cada día en un sitio, que si los isquios habituales en mi, gemelos, peroneo..., además son traicioneras, más que aparecer mientras corro, lo hacen en las horas posteriores. Parece que cada día que salgo es una prueba de valor o un acto de fe. Pues eso que habrá que ponerse con las molestias en plan Chuck Norris, a ver quien aguanta más y quien es más fuerte. Seguiré vigilándolas a todas de cerca para que no se me revelen, ojito con lo que hacéis que os tengo caladas, anda-y por lo segao.

Bueno, y con esa vigilancia ayer me hice casi 18 kilómetros a un ritmo medio de 5:13, muy contento, muy suelto sintiendo por momentos the flow, vamos lo que se dice un día redondo, y para completar la semana hoy 21 y medio sintiéndome pesado, pero en realidad iba más rápido de lo que pensaba, no es que fuera un buen ritmo pero teniendo en cuenta mi estado de forma, lo del ayer y las cuestas que me metí, no estuvo mal, sobre todo porque pensaba que iba más lento. Acabo la semana con casi 64 kilómetros lo cual para ser de recuperación me parecen una barbaridad, pero las piernas responden, así que para adelante. Eso si la rutina habitual de estiramientos la hago hasta 4/5 veces al día.